viernes, 30 de mayo de 2008

Hoy será, tal vez, distinto a siempre.

El placer de ser releído se encuentra más allá de mis ojos, lejano aún de los mares de algodón. No preguntes si tus oídos no están dispuestos a escuchar, pero si querés escuchar, no es necesario que preguntes.
No se exactamente lo que es el nirvana, pero cerca de algún éxtasis debo estar. Hoy no necesito nada, no quiero amigos, no busco fama, ni espero éxito; hoy estoy caudalizado por algo mas, bifurcado tal vez. ¿Qué mas puedo pedir si tengo unos buenos parlantes para respirar y oídos fuertes para escuchar? Cuando me levanté ésta mañana algo me extrañó, no me encontraba parlanchín, ni excéntrico, mas bien retraído y antisocial; pensante como hacía tiempo no me sentía y me arrepentía por no haber nacido en 1960, para poder ser un pibe activo en los inmundos 70’ en vez de ser un pibe inactivo en los inmundos 08’. ¿Postura rara la mía?, ¡ay! Si supieras cuanta sensación rara me da escuchar almendra (sueña un sueño despacito entre mis brazos) si supieras de mi admiración a los desaparecidos y torturados en nuestra última dictadura militar, entonces, tal vez, me enfocaras de otro lado, en vez de pensar que soy raro por admirar a Páez, con mi extraño pelo largo . ¿Sabés que es lo que mas me llama la atención? Que solo una de las tres personas que van a leer esto pueden, al menos, entenderme, no digo identificarse porque ni eso creo. Les falta crecer, o tal vez a mi, creser que palabra, sin embargo no quiero dejar de comerme las uñas, no voy a dejar de escuchar a García ni pienso no sentir la piel de gallina cuando me desarmo y sangro, en esta cama inmóvil, viéndola como un ángel, con la radio sonando en algún lugar hablando al pasar acerca de alguien que conoce bien; buscándola donde se detiene el viento, y es que, todo concluye al fin y cada uno recoge lo que sembró como un rayo para siempre para lo que fue y será, que interprete quien sabe de música.

Dedicado a mi imagen de solchaa que, por razones obvias, debe ser distinta a la real

miércoles, 7 de mayo de 2008

ironia ironia ironia

Los días grises son buenos para deprimirse.
Es mirar hacia mí alrededor y ver la falta de luz, de higiene, de intelectuales; ese saldo que marcaron los 70’, empieza a entrar la delicadeza al corazón, y todos te buscan para nada, para estafarte, robarte las ganas de vivir, de estar. Entonces me doy cuenta de que te das cuenta de que todo transcurre al revés, que ya no sos aquél que pensabas cuando te levantaste, y ya no recordás que hiciste ayer. Empezás una nueva vida que, con suerte, va a durar lo que dure la lluvia, pensás que todo es una perdida de tiempo, en este mundo de odio que todos coronan como único. Te miro de lejos y pienso –este pibe debería caudalizar su histeria por otra parte–. Se te sigue llenando la cabeza de información, de malos pensamientos, hasta que, de una manera u otra, explotás o se te revienta el hígado o simplemente te la agarras con tu compañero y ahí te das cuenta de que los días grises no sirven de nada… y te vas a dormir rogando no soñar que corres bajo el agua.


necesito que, me digas, quien sos, porque no lo tolero mas...
no me cabe el juego del gato i el raton si nunk se descubre al gato
necesito necestio alguien que me emparche un poco i que limpie mi cabeza:)
pienso volar entre desquicios... me decis?