domingo, 12 de julio de 2009

No es tan difícil: jugás igual que lo haría yo; eso es lo que atrae. Graciosamente podrías realmente ser ella, esta o la otra; o alguna que realmente no conozco. No interpretes mal esto de: alguna, aquella- la otra- no, vos sabés, vos me entendés al punto de creer que es malo.
Hay muchas cosas que no entiendo, entre estas mi capacidad para enamorarme y mi predilección por dejarme sumergir en negro, en cualquier novela, en juegos de imaginación, Literatura; entonces ahí, acá, en esta parte entrás vos, bien podrías ser Samantha (Asís últimamente che), Talita (que describe a otra mujer), Carla (equivalencias entre Sofía y Aldana), Fernanda, la Rubia, Vos (sí, porque ahora entras vos también) y lamentablemente (o no) ya sos literatura, ya sos letras caligráficas que salen de mi pluma, que esgrime mi mano, como una espada (la del poder precisamente, no me vengas con eso de [la justicia], por favor vieja. Alguna vez te hablé de la rutina, ¿te acordás? Es parte que decía: [tratando de descifrar que es la rutina, ahh esa rutina que siempre suelo poner en tela de juicio (…) esa coincidencia de la locura, ese naufragio en un mismo río] ¿vos pensás que no se quien sos? ¿creés que esa capacidad de hacerte dos o tres perfiles conmigo funciona? Yo se muy bien quien sos vos, jugás como si fueses mi álter ego (ego- hego- egho- hegho- egoh) la mímesis realmente funciona, pero no dejás de ser ese reflejo de la persona ideal, de la dama rosa (si te gusta el término) de esa mina que me gustaría encontrar en la esquina (y busco cada vez que ando en la calle)(…)(y no encuentro, por supuesto)(…)(porque, ya lo habrás notado, lo ideal es una mentira, a la cual algunos soñadores nos aferramos, excusas…)
Lo angustiante es realmente que te creas alguna de todas estas palabras, lo angustiante es que hables como una mina grande (18-25: grande, de eso hablo); lo angustiante es que en cuanto quieras esto se va a la mierda, carpe diem con vos no funciona, pero en cuanto se te antoja (a vos y solo a vos): diem perdidi; lo angustiante, realmente, sería llamarte y llevarme una des- idealización, por eso no lo hago, por eso la excusa es no conocer mi rutina; pero hay o tiene que haber un por eso a que hayas sido la primera en saludarme el 06-07; por eso que conozcas esa debilidad mía que es la intriga; por eso que ahora te esté escribiendo; por eso que lo vaya a publicar y avisarte (por eso) para que me leas. Lo drástico es que no se cual será ese por eso y, graciosamente te esté pidiendo explicaciones por acá.

***

Busco esa parte de mí que alguna vez,
de niño, perdí jugando debajo del castaño,
Busco esa sombra que solía protegerme
Del miedo, el silencio y la soledad. Busco, espero.
Yo se muy bien que, a veces, el espectro
Oculta las combras, y luego ya no son;
Luego son solo caminos viejos, gastados,
Luego son solo sexos estériles, sucios.
¿Y si existiese un destino?
Entonces quisieras que me guie hasta vos,
Que me deje conocerte tal cual sos:
Parte de esa niñez, perfecta, inviolable.
Serías tan diáfana si existiese un destino,
Transparente tras tus lentes de terciopelo,
Golpeada por la refracción de esta incertidumbre
[infinita.